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Participando de una muestra en el Colegio pradere de San Fernando, organizada por Rubén Meriggi: ...?, Peni, Miguel Rep, Massaroli y Alberto Caliva
Muchas de las historias, como ésta, tenían guión de Hajo Bruer, a quien, por supuesto, nunca conocí en persona. Tras algunas muestras, comencé una larga serie de historietas para la revista Gespenster Geschichten, de la editorial Bastei Verlag, en Alemania. Esto significaba viajar una o dos veces al mes hasta El Palomar donde estaba el estudio de César, recibir el guión traducido del alemán nada menos que por Leonardo Wadel, encontrarme con colegas como D'Adderio, Garijo, Segura y otros, y poder "despuntar el vicio" dibujando extrañas historietas de terror para niños; tan extrañas que no debían tener masas negras. ¿Cómo aterrorizar sin usar la querida tinta china a la Perla?... ¡Fue todo un desafío!
Este trabajo, que se prolongó durante unos siete años, me dejó muchos gratos recuerdos. Compartir viajes en tren desde El Palomar hasta Villa del Parque con Wadel, por ejemplo, un personaje fuera de serie con una charla y una cultura fascinantes. Las charlas con César y su amigo Alberto Salinas, que siempre dejaban algún conocimiento nuevo. Recorrer una y otra vez las arboladas calles de El Palomar, un barrio verde y tranquilo donde me daban ganas de irme a vivir, algún encuentro casual con Lito Fernández en la estación, en fin... los marcos alemanes se fueron hace tiempo, pero los lindos recuerdos quedan... para siempre.
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